Tamaño de texto + /16 de Agosto - 2016
El sultán se inclina hacia el este
Tras el fallido intento de golpe de estado en Turquía se pueden llegar a barajar dos hipótesis: la primera es la de una probable ayuda del imperialismo norteamericano a sectores del ejército turco opositores a Erdogan (1 y 2); y la segunda es que el pretendido sultán haya orquestado un autogolpe para poder justificar ante los ojos del pueblo turco y del mundo su visible cambio de postura con respecto a las relaciones de ese país con Rusia (3). Quizá podemos recordar, como lo más simbólico, el pedido de disculpas, dos semanas antes del golpe, a Moscú por el derribo del avión bombardero de la fuerza aérea rusa en noviembre del año pasado (4). De todas formas, cualquiera de las dos hipótesis desembocan en lo mismo: el viraje, como dijimos, del país asiático hacia una recomposición de las relaciones bilaterales con Rusia y el consiguiente alejamiento de EEUU (5). De hecho, el mismo presidente acusó ante los medios al imperialismo yanqui de ser cómplice del intento. En el ámbito interno, las consecuencias fueron drásticas: expulsión de miles y miles de militares acusados de golpistas, como también funcionarios, trabajadores y docentes señalados como opositores al oficialismo (6). También validó el decreto del estado de sitio por el cual Erdogan dispone de atribuciones extraordinarias para acallar, como vemos, cualquier tipo de voz disidente (7). Vale recordar que las movilizaciones de los trabajadores y el pueblo turcos se venían sucediendo por distintas reivindicaciones e iban tomando un carácter cada vez más masivo y violento. Otros de los aspectos salientes son la posibilidades concretas de que Turquía rompa definitivamente con la OTAN y que se reanude, con Rusia, el proyecto de construcción del gasoducto Turkstream, que significaría expulsar a Qatar -país socio de la burguesía financiera imperialista- del mercado europeo de gas (8 y 9). En definitiva, los hechos de Turquía son una muestra más de la continua pérdida de hegemonía del imperialismo yanqui en el mundo en manos del eje Rusia-China.
En Siria las cosas no van mejor para la burguesía financiera occidental. Los mercenarios terroristas, tanto del EI como de Al-Nusra y el resto de las organizaciones ‘moderadas’ (pero no menos asesinas de inocentes) continúan sufriendo más y más golpes por parte del Ejército Árabe Sirio, con la colaboración de Rusia, Irán y Hezbolá (10). Hasta los medios israelíes están estimando que si las fuerzas leales al gobierno de Al-Assad recuperan Alepo (para lo cual no faltaría mucho), la derrota total de los fundamentalistas islámicos estaría sellada (11). Es por eso que la demostrada eficiencia de la fuerza aérea rusa provoca la histeria de la Casa Blanca, que ya tiene planes de abrir un nuevo frente terrorista en el sur sirio (12). Desde ya, sería ideal que el imperialismo abandone sus deseos de derrocar al presidente Al-Assad para colocar en su lugar a algún títere de la burguesía financiera imperialista, pero esta última entiende que sólo con guerras puede sortear la crisis de superproducción que atraviesa a su sistema. Por otro lado, cabe señalar que la pérdida de hegemonía de la burguesía imperialista no sólo se refleja en el plano militar, sino también en otro aspecto fundamental que hasta hace no mucho parecía tener totalmente controlado: la lucha por la información. El imperialismo no pudo repetir el mismo guión que en Libia e Irak, en donde pudo conseguir un consenso de la opinión mundial mínimamente necesario como para lograr su cometido de derrocar gobiernos díscolos y saquear todas las riquezas, sino que desde aquellos montajes de falsas protestas contra el presidente sirio en el año 2011 que difundieron los grandes medios burgueses, fueron varias las voces que denunciaban estas maniobras y los intereses del imperialismo detrás de ellas. Otro de los factores que ayudaron a poner un freno a las tropelías de la burguesía financiera imperialista, vale recordarlo, fue el veto de Rusia y China contra la intervención de la OTAN en el país árabe.
Y ya que hablamos de la prensa imperialista, no podemos dejar de mencionar el circo de las elecciones en los EEUU. Definidos los candidatos, por un lado la hiena asesina de Hillary Clinton y por el otro el histriónico xenófobo Trump, podemos ver que de lo que se trata aquí es de elegir entre fascistas que no solucionarán ninguno de los graves problemas sociales del pueblo estadounidense, cada vez más golpeado por la recesión, la desocupación, el hambre, la falta de techo y el gatillo fácil de las fuerzas policiales contra los afroamericanos. Tal vez la diferencia entre los dos pretendientes a la Casa Blanca es que la demócrata Clinton, que responde a los intereses de los neoconservadores, profundice la política exterior agresiva contra Rusia y China que viene llevando adelante el títere Obama y que el republicano Trump, por otro lado, sea propenso a buscar un entendimiento con Moscú y Pekín (13). Si tenemos en cuenta que, como ya dijimos, la burguesía financiera imperialista está cada vez más deseosa de desatar una nueva guerra de carácter mundial, quizá sea entendible por qué hay una propaganda significativa de desprestigio hacia Trump, que entre sus últimas declaraciones manifestó que un hipotético intento de los EEUU de restituir Crimea a Ucrania podría desembocar en un conflicto directo con Rusia (14).
Los recientes fallidos atentados en Crimea, que fueron descubiertos por los servicios de inteligencia rusos y que costaron la vida de dos oficiales militares de ese país, son una nueva muestra de cómo el fascista Poroshenko, presidente de Ucrania, obedece a los mandatos de la burguesía financiera imperialista (15). En la misma sintonía se encuentra la premier británica Theresa May, que hace pocos días indicó, suelta de cuerpo, que no vacilaría en utilizar armas nucleares ante “amenazas” de Rusia y Corea del Norte (16). La ‘nueva Thatcher’ se toma bien en serio las premisas del fascismo: sacar las contradicciones internas, en este caso agudizadas por el brexit, hacia el plano externo. Es por eso que aparte de las mencionadas provocaciones también se encuentra reavivando el conflicto con España por Gibraltar (17).
En otro orden de cosas es necesario señalar la militarización de distintos países en Europa, principalmente Francia y Bélgica, llevada a cabo bajo el empleo de la amenaza terrorista (18). Los distintos atentados, que son perpetrados por los terroristas que ellos mismos financian (fundamentalmente al Estado Islámico), deben entenderse como maniobras de los distintos servicios de inteligencia de estos países imperialistas orientadas a desmovilizar al proletariado y al pueblo bajo la amenaza del terror y justificar la militarización mencionada para controlar y vigilar cada vez más a su ciudadanía, recortando continuamente sus libertades civiles. No es ninguna casualidad que haya habido un atentado como el de Niza en medio de movilizaciones enormes de protesta contra la reforma laboral, finalmente aprobada y que dicho atentado haya dado el pie a Hollande para volcar el ejército a las calles (19). De todas maneras, la burguesía, que es idealista, se miente a sí misma si cree que puede detener la lucha de clases con alguna artimaña. Más tarde o más temprano los trabajadores del mundo sabremos organizarnos y unirnos para terminar de una vez por todas con este sistema perverso y sangriento. De poco le servirá a los explotadores seguir mintiendo a través de sus grandes medios de comunicación cuando la conciencia del proletariado alcance niveles cada vez mayores; conciencia que debemos tratar de elevar llevando adelante una política apuntada hacia desenmascarar todas las formas que adquiere la ideología del enemigo, muchas veces disfrazada hasta de formas “revolucionarias” por un lado, y por otra parte orientada hacia la toma del poder de los trabajadores para poder instaurar un orden más justo y superador: el socialismo.
¡TRABAJADORES DEL MUNDO, UNÍOS!
¡Dos pizzas! ¡Dos chupetines…!
El gobierno de Cambiemos nos incita a recordar las peores experiencias que tuvimos con todos los gobiernos burgueses que lo precedieron. El presidente Macri utiliza todas las formas y lenguajes de los capitalistas para amenazar paternalistamente a los trabajadores. Después de enriquecer a los sectores más concentrados, que también fueron beneficiados durante la “década ganada”, quitando retenciones e impuestos, nos insta a no molestar a nuestros explotadores, a “no ponerles palos en las ruedas” a los empresarios, es decir, nos exhorta a ser un poco más patriotas y achicar nuestro salario en beneficio de la santa “competitividad” (1). Estas recomendaciones presidenciales y de otros funcionarios del gobierno no son casuales: forman parte de una política que se prepara para instalar la “necesidad” de una reforma laboral que legitime todas las formas de explotación y precarización que ya sufrimos (2). La burguesía es muy afecta a establecer en códigos y leyes sus fechorías contra el pueblo, aun cuando ya los comete sin necesidad de ellos.
Pero las leyes no son nada sin la capacidad represora del estado, y la “revolución de la alegría” está escalando hacia métodos represivos cada vez más salvajes y desembozados. Como muestra dolorosa sólo basta nombrar la brutal acción policial sobre los trabajadores del Ingenio San Martín del Tabacal Seabord Corporation en Salta (3), y manifestantes que llevaban adelante un corte en el kilómetro 9 de la Autopista Buenos Aires-La Plata para reclamar por puestos de trabajo y un aumento en el pago de los programas sociales (4).
Las mentiras y la represión no alcanzan para desmentir los catastróficos números de la gestión del gobierno de Macri: siendo ejemplo de esto los 600.000 desocupados en el Gran Buenos Aires (5) y las suspensiones en Córdoba en el sector automotriz (6); más los miles de suspendidos y despedidos en el resto del país, los salarios hechos humo por la inflación (7), los índices de pobreza escandalosos, los pequeños productores al borde de la quiebra (8) o la caída de la producción de las Pymes industriales a su más bajo nivel anual (9)… En fin, todo el país se detiene como una máquina oxidada (10).
El revés de la Corte Suprema impidiendo el tarifazo del gas a los usuarios residenciales suena más a acuerdo entre el gobierno y los jueces que a medida justiciera: deja afuera del fallo a amplios sectores que conforman más del 70% de los usuarios como Pymes y organizaciones sociales que quedaron atadas al tarifazo (11). Las voraces empresas proveedoras de energía eléctrica, previendo otro fallo similar para la electricidad, no cejaron con su objetivo de esquilmarnos a todos: publicaron una solicitada sosteniendo el inverosímil argumento de que un día de consumo de luz equivale a dos chupetines (12), más “baratos” todavía que las dos pizzas de Prat Gay… Parece que todos están dispuestos a tomarnos por idiotas.
Los trabajadores comenzamos a reaccionar ante la situación desesperante y presionamos a nuestros dirigentes para organizar urgentes reclamos. La lucha empieza a extenderse mientras las cúpulas sindicales discuten estructuras para conservar su poder y negocios (13). Analizan cuestiones que nada tienen que ver con nuestras angustiantes necesidades y terminan consolidando estructuras que son una continuación de lo mismo. La posibilidad de llamar a una huelga general es analizada por estos próceres de la burocracia como una posibilidad lejana y neblinosa (14). Como siempre, privilegian los acuerdos a nuestras espaldas con el gobierno de turno, aun provocando los primeros cortocircuitos entre ellos, como fue la reunión de Moyano con Macri (15).
Los docentes, como contrapartida, cumplieron con un Paro Nacional que es un orgullo para todos los trabajadores, desafiando las amenazas y ninguneos de los ministerios de educación (16). Es necesario señalar que apoyamos las justas medidas de fuerza ya que principalmente exigen la reapertura de las paritarias frente a la destrucción del salario producido por la inflación (17).
A los políticos burgueses también los distrae el hecho de su larguísima campaña electoral para las elecciones legislativas de 2017. Los aliados de ayer se transforman en los nuevos enemigos y la característica de todos es que se olvidan de los problemas del pueblo en aras de la avaricia y las veleidades de sus grandes personalidades. Toda la alianza de gobierno y la tímida oposición sueñan con mantener los cargos que los enriquecieron y enriquecerán. La burla al pueblo no tiene límites (18).
Las aspiraciones anunciadas por el infame editorial de La Nación sobre la necesidad de un indulto a los genocidas, al día siguiente de la asunción de Macri, periódicamente cobran nuevos bríos. A este hecho que señalamos oportuna y certeramente como un globo de ensayo, se agregaron las distintas provocaciones de funcionarios menores sobre el número de desaparecidos por la dictadura militar. Nuevos intentos de instalar un tema cuyo final pretende ser un indulto generalizado y un nuevo punto final (19).
Uno de los emblemas más horrorosos de la tortura y la muerte intentó acceder a la prisión domiciliaria, hablamos del siniestro Etchecolatz quien finge ser un viejito enfermo cuando en realidad es un monstruo traicionero (20). Muchos genocidas se encuentran en la misma situación que la de esta escoria humana y tenemos que estar alertas y movilizados para evitar nuevas triquiñuelas y no permitir que la justicia burguesa les conceda cárcel común.
Sólo podemos contar con nuestra organización ya que de las palabras de Macri, minimizando la tortura y la muerte, y la de su secretario de derechos humanos Avruj, quien fingiendo cínicamente que pretendía aclarar las cosas las oscureció aún más y hasta introdujo la duda sobre si los muertos de la Shoa eran realmente seis millones de seres humanos (21), sólo nos auguran indiferencia y complicidad con los genocidas. No se puede ser más bárbaro y canalla que burlarse de nuestros treinta mil compañeros desaparecidos y la larga lucha de las Madres y el pueblo por tener noticias sobre su destino.
Por estos días vivimos una alegría amarga: el final del juicio por la mega causa La Perla. Después de escuchar cientos de testimonios horrorosos el tribunal hizo conocer su fallo: veintiocho condenas a perpetua, cinco absoluciones y penas de hasta veintiún años (22). Diez mil personas acompañaron el fallo frente a los tribunales federales y el testimonio de una compañera resume admirablemente este momento (23). Vigilemos para que los responsables de esta inhumanidad mueran en la cárcel.
Se inauguraron también las “marchas de la resistencia” convocadas por La Cámpora y Hebe de Bonafini (24). Es lamentable que no se les ocurriera “resistir” antes, por ejemplo cuando se determinó la venta de acciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad con destino a los reajustes a jubilados, ahora frenada por una sospechosa cautelar de la justicia amiga. Esto tiene más olor a lanzamiento de Cristina Kirchner a la campaña electoral y su pretensión de encabezar la oposición a Cambiemos que a una resistencia pues, hasta ahora, el peronismo seguidor de su liderazgo, sólo se había movilizado en las plazas tomando mate (25). La ofensiva contra el régimen sólo será posible cuando se haga con un espíritu amplio y una meta clasista y generosa. No se puede hablar seriamente de organizar la resistencia de la mano de Boudou, Esteche y D’Elia…
Organización y lucha sigue siendo la consigna para detener al capitalismo y el imperialismo.
Les dejamos un último mensaje a la burguesía y al partido militar: ¡Gloria a los héroes de Trelew! ¡Treinta mil compañeros detenidos desaparecidos, presentes!
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