El Combatiente Nº 72
Octubre - Diciembre 2016 - Edición Nº 73
 

EDITORIAL

Cerramos el año con los 365 primeros días del gobierno de “Cambiemos”. Un gobierno que vino a hacer el trabajo sucio de la clase dominante, la burguesía, en un contexto internacional de crisis terminal del sistema capitalista que afecta a todos los países, pero más terriblemente a los del Tercer Mundo, algo que nunca dejamos de ser por más eufemismos que se utilicen para referirse al subdesarrollo en el cual sobrevivimos. Este gobierno de gerentes de empresas multinacionales o nacionales asociadas con empresas extranjeras llegó por los votos de miles de argentinos cansados de mentiras, dobles discursos, soberbia y corrupción, como si fuera la gran salida a todo ello y no la repetición aún más cruenta de un mismo sistema dedicado a la explotación. Todo fue dado para que llevaran al gobierno a un niño de papá, con 214 causas judiciales abiertas al momento de asumir, que nunca supo lo que es trabajar y que, literalmente, se cansa por lo cual ha tomado en el año varios recesos en lugares paradisíacos para paliar su estrés…

Desde que asumieron no han parado de emitir deuda, bonos que pagaremos con nuestro sacrificio y postergaciones. En abril realizó la emisión de bonos más grande de la historia: 16.500 millones de dólares de deuda para pagarles, entre otros, a los holdouts 9.500 millones en la misma moneda; hasta octubre había emitido títulos en moneda extranjera por unos 24.700 millones de dólares; mientras el tesoro, durante los primeros diez meses emitió bonos en pesos por 231.079 millones, unos 15.300 millones de dólares; también emitió Letras en pesos y dólares por el equivalente a 5.800 millones de dólares y el penúltimo día de 2016 emitió 4.600.000 dólares y 60.000 millones de pesos en letras del tesoro... En síntesis, terminará un año en cual el Tesoro se lo pasó emitiendo papelitos pintados de deuda a futuro que llegarán a miles de millones de pesos. Sin embargo, la responsabilidad ante cualquier endeudamiento es repartida: debemos recordar, por ejemplo, que el pago a los fondos buitres contó con el aval de TODO el arco político que integra el Congreso, en el que no quedaron afuera ni siquiera los vociferantes diputados y senadores del Frente para la Victoria.

El estado con sus poderes ejecutivo, legislativo y judicial nos sorprende todos los días con actitudes y frases que inevitablemente nos provocan risa. Claro, esto es así hasta que reparamos en que esas brutalidades y burlas son la enunciación bestial de una política diseñada contra nosotros, los trabajadores. Comparamos su ineptitud con la torpeza de otros bobos insignes como si fuera un espectáculo suicida, cuando en realidad somos testigos y protagonistas de nuestro suicidio. Detrás de las payasadas de Menem, De la Rúa o Macri se oculta la garra siniestra del capitalismo de siempre, una vez más revestido de ropajes circenses pero con la misma crueldad despiadada, agitando con una mano los globitos, la alegría del spa y, con la otra, condenando a nuestra clase a la miseria y el hambre.

Todos los días amanecemos con alguna frase cómica que en el fondo enmascara un hecho político económico desastroso para todos, excepto para un pequeño grupo de privilegiados para cuyos intereses gobiernan “Cambiemos” y TODOS SUS CÓMPLICES, sean políticos de supuesta oposición, sean burócratas sindicales enmudecidos a fuerza de los morlacos que les tira, cual zanahoria que compra su silencio canalla, este gobierno. Somos rehenes de una banda perversa. En medio de los escándalos de las cuentas “off shore” de gobernantes y capitalistas de todo pelaje nos enteramos de una “off shore” muy particular: la que se formaría para administrar los fondos de la sociedad entre el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de ANSES y Qatar Investment Authority (QIA), un total de mil millones de dólares aportados por el ANSES de Argentina y que sería administrado (y sometido a la legislación extranjera), posiblemente, por el Citigroup. Todo esto como garantía para las hipotéticas inversiones que haría el  Emir de Qatar,  Sheik Tamin bin Hamad Al Thani, quien dicen que se lastimó las manos de tanto frotarlas entusiasmado. Otro escándalo que pagamos con nuestro bolsillo, habida cuenta de que los fondos del ANSES están conformados con lo que nos descuentan mensualmente de nuestros salarios a los trabajadores en actividad y que debería estar destinado, EXCLUSIVAMENTE, al pago de los trabajadores pasivos a los que tanto este gobierno como el anterior les niegan el 82% móvil. Este gobierno está dispuesto a destrozar nuestro futuro: el nuevo ministro Caputo, con desparpajo, ha anunciado que piensa CONTINUAR CON EL ENDEUDAMIENTO durante este nuevo año y ya planifica incrementar la deuda externa en 43.000 MILLONES de dólares…

“Cambiemos” ataca por todos los frentes y con velocidad, ya que no sabe por cuánto tiempo los trabajadores seguiremos permitiendo los cercos sindicales de la burguesía y saldremos con potencia y organización a defender nuestros derechos. Avanza atacando los Convenios Colectivos de Trabajo a través de Triaca, el hijo del tristemente célebre Triaca de los ‘90, en los salones de la UIA y también en las palabras del presidente Macri, alegando la necesidad de “modernizarlos”, cuando todos sabemos que esa palabra, así como “liberación” y “fexibilización”, en el diccionario de los burgueses, significan encadenarnos como esclavos. En la UIA los aplauden mientras en las mesas hacen comentarios tales como: “Las chicas de catorce años se hacen preñar para que les tiren unos mangos” (Enrique Pescarmona). Y lo dicen con jactancia, como tantas otras barbaridades, porque saben que sus palabras no traerán consecuencias. Pero no recuerdan que el pueblo no olvida fácilmente estos insultos y a su debido tiempo se los hará presentes y presente enfurecido.

La avalancha de noticias, todas pésimas para nuestra clase, es tan enorme que nos obliga a apretar la síntesis omitiendo decenas de situaciones que se suceden vertiginosamente acorralándonos cada vez más. Pasamos de un insulto -a nuestra inteligencia- del gobierno a otro, del gatillo fácil de un prefecto asesinando a un humilde repartidor de helados, a torturas en las cárceles; de violaciones sistemáticas de los derechos humanos desoyendo a organismos internacionales, como la condena a Milagro Sala por un escrache al gobernador y un acampe, a la criminalización de la protesta como la de Córdoba que dejó siete detenidos y decenas de heridos durante un acto del Gobernador Schiaretti, el mismo que derramaba lágrimas de cocodrilo en la lectura del fallo contra los represores de lesa humanidad del campo de exterminio La Perla; de las amenazas a periodistas, a la censura y control de las redes sociales dispuestos por la Ministra Bullrich; de las miles de suspensiones y los miles de despidos, al quite de la devolución del IVA sobre las compras realizadas con tarjeta de débito, siendo que esas tarjetas, en su mayoría, pertenecen al sector asalariado en blanco; del recorte de los cupos a los becarios del CONICET, a una ley de ART (que ya cuenta con media sanción del senado con la COMPLICIDAD DE LOS SENADORES PERONISTAS Y LA CGT) absolutamente inconstitucional que impide a los trabajadores recurrir a la justicia de manera directa y los obliga a tener la “autorización” de las “comisiones médicas” por encima de SU PROPIA JUSTICIA BURGUESA; de la renuncia de un ministro que pagaba los aumentos de luz con “dos pizzas”, al nombramiento de un ñoqui del partido radical en el senado que promueve un millón de despidos de trabajadores del estado; del irrespetuoso, chabacano y ordinario “no chupen mucho” como frase de despedida del año, al despido de miles de trabajadores del Ministerio de Educación. Todo en cuestión de minutos… “Cambiemos” es un alud de malas noticias para los trabajadores y los pobres y, a esta altura, hasta para la gran masa de sus votantes provenientes de distintos sectores sociales, como la pequeña burguesía. El país se paraliza y tambalea como un gigante herido.

Los que se presentaban como paladines de las instituciones democráticas gobiernan sistemáticamente por decreto y si la suerte les es adversa en el parlamento no tienen problemas en anunciar su veto, como es el caso de la modificación del impuesto a las ganancias, sobre el que la teórica de “la lucecita en el túnel”, Michetti, no tiene pudor en sostener que “Si la ley sale la tendremos que vetar” o los vetos de fin de año a las leyes que protegen a las embarazadas, la expropiación del Bauen y el salario mínimo para profesionales. La sacrosanta institucionalidad burguesa es dinamitada por sus propios dueños.

Los despidos se multiplican en todos los rubros y sólo basta ver los índices del propio gobierno y los sindicatos para notar que el daño a nuestra clase es enorme: amenazas de 1.700 despidos en el gremio de petroleros, despidos masivos en el sector textil, monumental caída del empleo en la construcción y una noticia del sector industrial desesperante: un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advierte que en lo que va del año se registraron más de 232 mil despidos y suspensiones en los sectores público y privado. Seiscientos cincuenta despidos y suspensiones por día en la gestión de “Cambiemos”... Además, en el bimestre octubre/noviembre, la industria provocó el 84% de los despidos y suspensiones...

Como si fuera poco, las mineras no sólo gozan de buena salud, sino que cuentan con el aparato represivo del estado como en Jáchal, donde la policía reprimió salvajemente a los manifestantes que se oponen a su actividad y llevaron presos iniciándoles causas judiciales a decenas de personas; Monsanto también goza de buena salud envenenándonos a todos con su glifosato, prohibido en gran parte del mundo, pero aceptado por el anterior gobierno y continuado por el actual; las aguas servidas pululan en los barrios pobres, mientras el Ministro Bergman nos propone como alternativa rezar para que no haya incendios y al respecto del agua ni siquiera nos propone un acto de fe; la industria alimenticia y farmacéutica nos envenenan con alimentos y medicamentos también prohibidos en gran parte del mundo con el aval del CEOgobierno de los ricos y las multinacionales.

La “lluvia de inversiones”, otro de los grandes globos mentirosos de “Cambiemos”, no llegó ni llegará. Lo que si llegó es el endeudamiento discrecional en dólares nada más que para poder pagar sueldos y jornales en casi todas las provincias, una hipoteca que pretenderán que paguemos nosotros, nuestros hijos y nietos, mientras avanza bastante bien la escandalosa ampliación del blanqueo de capitales para funcionarios y sus familiares, una ley hecha para los ladrones que saquearon históricamente a nuestro país.

El problema de este gobierno no es la ineptitud. Más aún, son muy aptos y certeros en llevar a cabo las políticas de rapiña que convinieron con sus amos: el capital financiero, las grandes empresas transnacionales, las extractivistas y las conservadoras de los terratenientes. La consumación de este acto de rapiña económico-social requiere de dos instrumentos aceitados: por un lado, la represión de eventuales conflictos y saqueos generalizados utilizando las tropas federales, como vemos que está ocurriendo, respaldadas por legislación represiva y, por el otro, la cooptación de dirigentes de movimientos sociales para esterilizar sus protestas y obtener esa necesaria “paz social”. Los escandalosos pactos con dirigentes piqueteros y sociales, que hasta hace poco eran leales a las dádivas del FpV nos demuestran la funcionalidad de estas dirigencias en frenar cualquier proceso de lucha revolucionaria. Luego de una lamentable marcha pergeñada por la CGT y sus nuevos socios lúmpenes, “Cambiemos” firmó la “tregua”. Los dirigentes salieron de la reunión notablemente “enriquecidos” por la experiencia… Pero eso sí, el Papa, desde el Vaticano, se relamió con sus adláteres enquistados en las organizaciones sociales, siempre dispuestos a paralizar las luchas, a frenar a los pobres a cambio de unas migajas y a desmovilizar a las masas dejándolas no sólo inermes ante la clase dominante y sus medidas, sino desarmadas para reaccionar.

El capitalismo mata a largo, mediano y corto plazo. Nos vemos acorralados en tantos frentes que como futuro sólo nos quedan dos opciones: elegir vida o muerte. Es muerte que endeuden el país hasta el infinito, porque planifican que esa deuda la paguemos nosotros a cambio de nuestro empobrecimiento; es muerte que perdamos nuestra fuente de trabajo porque nos quitan el sustento para mantener a nuestras familias; es muerte que nos ajusten las tarifas a extremos de que tengamos que recortar el pan de nuestra mesa para pagarlas; es muerte la transferencia de ingresos sacada de nuestros salarios para compensar el quite de retenciones a la soja y la minería; es muerte que las mineras envenenen el agua con sus residuos tóxicos; es muerte que nos receten medicamentos prohibidos en el mundo; es muerte que no tengamos agua potable; es muerte que nos vendan alimentos producidos con previa fumigación con veneno que nos causa cáncer y nos mata; es muerte que recorten presupuesto para la salud, la investigación, la educación.

Estamos en una disyuntiva crucial: elegir vida o muerte. Si seguimos planchados, desorganizados, dispersos estamos eligiendo muerte. Ya ni siquiera se trata de hacer la revolución como meta esperanzadora, sino de elegir la vida por encima de la propuesta de la muerte acechando en cada decisión política del gobierno y sus cómplices. No tenemos que engañarnos: saben lo que hacen y pretenden dividirnos, desorganizarnos y paralizarnos como lo hicieron siempre, hasta hoy.

Elegir la vida implica vencer los obstáculos que nosotros mismos sostenemos con nuestras diferencias sin poder priorizar la unidad como única herramienta posible para hacerle frente a uno de los gobiernos más saqueadores de la historia, que supera inclusive a los que lo antecedieron, sean dictaduras o democracias burguesas.

Deberemos, cuánto antes, tener claro que tenemos que elegir la vida. Y la vida, en estas condiciones, la podremos defender organizándonos no sólo para resistir, sino para vencer. Dejemos de soñar con ilusiones mágicas de helicópteros, dejemos de soñar con “regresos” parciales y sectarios, dejemos de soñar con nuestra limitada quintita mezquina y funcional. “Cambiemos” no es el gobierno de los tontos como muchos descalifican o ningunean. “Cambiemos” es el gobierno de los vivos, de los chupasangre, de los vampiros del capitalismo, de los caníbales de trabajadores y pobres.

Las tareas actuales son las de siempre: organizarnos y luchar con unidad. Tenemos que evitar el derrotismo y la propaganda desmoralizadora. Son cientos los ejemplos de luchas victoriosas de nuestro pueblo que supieron combinar la constancia, el valor y la persistencia hasta triunfar.

No existe el túnel mentiroso de Michetti. ¡La única luz poderosa que ilumina el túnel de la historia es la de los trabajadores marchando codo con codo!

Compañeros de Monte Chingolo ¡Presentes!

Rindámosles honor a nuestros miles de caídos de la única manera en que su memoria se mantenga viva en hechos: compañeros del campo popular ¡A luchar!

AVOMPLA.

Por Amanda Cánepa

INTERNACIONAL

En este artículo prescindiremos de hablar de economía por sobradas razones: por un lado, las mentirosas cifras que manipulan, tanto en Estados Unidos como en Europa; por el otro, la intensa e inmensa manipulación de estadísticas sobre comercio, PBI, desocupación, precios, producción y toda la gama de números que hacen a la economía de los países, regiones y al mundo entero. Manipulaciones, mentiras, medias verdades que son características de un sistema en plena decadencia. Sí mencionaremos algo que todos, incluso la clase dominante, no pueden negar: el abismo entre pobres y ricos que se ha ensanchado hasta límites insospechados. La pobreza se ha generalizado de forma trágica y espantosa, cada vez hay muchos más pobres y muchos menos ricos. La riqueza se ha concentrado en muy pocas manos y nada hace presagiar que habrá cambios revolucionarios en lo inmediato.

Estados Unidos está perdiendo, aceleradamente, su poderío económico. Los pronósticos que hablaban de que recién en 2050 China estaría en condiciones de alcanzar el status de primera economía fue de un delirante optimismo. Por lo pronto, China ya supera a Estados Unidos en exportaciones directas de capitales. Inversores de la parte continental china y los de Hong Kong adquirieron 58 empresas en Alemania, 19 más que en 2015. Esta vez los chinos gastaron 11.600 millones de euros -12.114 millones de dólares-. Según la estimaciones de Ernst & Young es una suma veinte veces mayor de la que China había invertido en todos los años pasados. Concluyendo, el país hegemónico del sistema capitalista de la burguesía financiera imperialista ha entrado en un acelerado declive del que, suponemos, ya no podrá salir e irá rumbo al colapso que repercutirá sobre todo el sistema capitalista de forma catastrófica. Ese declive se manifiesta en una pronunciada debilidad en lo económico, político y militar. Su poderío militar está limitado a producir el mayor daño posible a sus contrincantes a través de fuerzas armadas mercenarias. Los mercenarios terroristas desplegados en Libia, Irak, Siria y Yemen son sólo una parte de los que tiene desplegados en el mundo. Están los que al compás de la “necesidades” de los gobiernos títeres del capital financiero organizan y realizan atentados, ayudados por los servicios secretos estadounidenses, ingleses, franceses, alemanes o judíos sionistas, que apuntan a varios objetivos pero, principalmente, a desviar la atención de los graves problemas económicos, políticos y sociales; a mantener desunida y paralizada a la población a través del terror y, lo que no es menos importante, “fabricar un enemigo externo” para sacar sus contradicciones al terreno internacional. Pensamos que es válida la hipótesis de que la burguesía financiera imperialista y sus títeres políticos y militares son conscientes de que una guerra mundial sería “un suicidio colectivo” por la existencia de las poderosas armas termonucleares. Es más, creemos que saben que nadie sería “el ganador”, por tanto, se dedican a una guerra de desgaste para obstruir el desarrollo de los países que están sentando las bases materiales para reemplazar las instituciones creadas por el imperialismo norteamericano y sus socios europeos después de la 2ª Guerra Mundial. Esto significaría el “retroceso” desde el estadio financiero del capitalismo hacia un estadio anterior: el del capitalismo industrial. Por lo que se puede observar en Rusia, China, India, Brasil, Irán y otros que todavía no han arribado al dominio del capital financiero no significaría el cambio de paradigma: todavía es dentro del sistema capitalista, por lo cual el proletariado aún tiene la tarea de elevar el nivel de conciencia y organizarse para tomar el poder en sus manos y hacer la revolución socialista.

Estos dos meses transcurridos están pletóricos de noticias que demuestran la monumental hipocresía y cinismo de la burguesía financiera imperialista, sus títeres civiles y militares y sus intelectuales orgánicos, sus mercenarios de la pluma y la palabra, plumíferos, la mayoría de ellos, desclasados. Se aplican sanciones y ataques mediáticos centrados, principalmente, hacia Rusia, China, Venezuela, Siria e Irán, a pesar de su manifiesta debilidad que, en economía, se manifiesta en los fracasos de sus “grandes proyectos” como el TTIP, un mentiroso tratado comercial que llevaba en su seno la intención de garantizar la preeminencia de las transnacionales norteamericanas, -perjudicando a las transnacionales europeas- y someter a los dictados de los ejecutivos de la corporaciones quitándoles a los estados todo poder y perjudicando a los pueblos que son los que tienen que pagar las pérdidas.

Esa es una cuestión, la otra es el fracaso y el práctico abandono del proyecto del TPP, que llevaba en su seno el objetivo de socavar el potencial económico de China, arrastrando a países asiáticos y sacándolos de la órbita de Pekín. Barack Obama pasará a la historia como el que selló la irreversible decadencia del más grande imperio de la historia de la humanidad. Al tacho de basura se fueron sus sueños de grandeza. Nunca fue tan cuestionado un premio Nobel de la Paz como ha sido y será el que se le ha concedido a este títere mulato. Los miembros de la Comisión que decidieron entregar ese premio deberían suicidarse porque nunca fue tan claro el carácter de clase de la Comisión. Millones de muertos, niños, ancianos y mujeres, millones de mutilados, miles y miles de nacidos con malformaciones, miles y miles de infraestructuras destruidas, ilustran lo que afirmamos. Nada, pero absolutamente nada justifica ni puede justificar tamaña masacre, como tampoco nada justifica la decisión de entregarle el Nobel de la PAZ a semejante asesino. Aún la muerte es demasiado dulce como fin para todos los títeres de las administraciones del estado norteamericano y también para los gobernantes de los estados europeos y del estado judío sionista.

Como decíamos, a pesar de la debilidad, continúan con sus políticas. Ahí lo tenemos al títere mulato rompiendo el tratado nuclear firmado por ellos, Rusia, Francia, Inglaterra, Alemania y China con Irán, para terminar con la controversia generada por Estados Unidos contra Irán por un supuesto plan militar nuclear. Los títeres yanquis, desde el comienzo, se negaron a levantar las sanciones contra el país persa y ponían excusas y más excusas. En otros números explicamos que una de las razones por las que se atacaba a Irán era su decisión de organizar en la región una bolsa que cotizara el petróleo con una canasta de monedas donde sería excluido el dólar. Curiosamente, pero no tan curiosamente, después de ese anuncio en 2006, empezaron los ataques mediáticos contra los iraníes. Es cierto que ya existía, por parte de los títeres yanquis, una gran animosidad desde 1979, por la toma de la embajada norteamericana y la derrota de sus tropas de élite al intentar rescatarla. Esa animosidad nunca dejó de existir y ahora intentan imponer nuevas sanciones y desconocer el Tratado firmado, una de las promesas del nuevo presidente. Esto nos lleva a las elecciones que ponen a un republicano como administrador del estado.

Más allá de las controversias, de los deseos y buenas intenciones, debemos analizar partiendo de la premisa de que la burguesía financiera imperialista ha sometido al estado para hacer realidad sus intereses, por tanto, los funcionarios que asumen no tienen el PODER real, son meras figuras decorativas que pueden ejercer sus funciones de formas muy acotadas, siempre y cuando no lo hagan en contra de los intereses de los que realmente poseen el PODER real. Es evidente que al poder real no le conviene una situación tan conflictiva porque afecta a sus negocios. Al parecer hay un solo sector que se beneficia: el sector ligado al Pentágono, a la industria armamentista. Es posible que Trump emprenda una política de distención con Rusia, pero también es probable que agudice la retórica belicista contra China para forzar nuevos términos en las relaciones económicas con el gigante asiático. China tiene un arma poderosa contra los intereses norteamericanos, al igual que Japón, posee más de un billón de dólares en Bonos de deuda del Tesoro norteamericano. Deshacerse de ellos en el mercado internacional sería una catástrofe para la economía estadounidense y el electo presidente no ignora esta realidad. El discurso desplegado por el electo presidente parece una retórica “nacionalista” para calmar los ánimos del proletariado industrial que aún tiene trabajo y que lo votó y a una difusa intención de defensa de la producción interna. Eso, sus diatribas contra el TPP y las amenazas a los empresarios que quieran trasladar sus empresas en busca de mano de obra barata conforman un paquete de medidas que, sumadas a las amenazas de “abandonar” la defensa de Europa, de colaborar con Rusia en la lucha contra el “terrorismo internacional”, de que Estados Unidos no trabajará para derrocar gobiernos de otros países, constituye un reconocimiento de la debilidad de Estados Unidos y una crítica a las políticas históricas de todas las administraciones estadounidenses.

Una cosa es decir y otra, muy otra, es llevar a cabo lo que se dice, realizarlo. Las elecciones en el país del “sueño americano” dejaron expuestas las profundas divisiones de la sociedad norteamericana. Los intentos de ocultarlas sólo las descubrieron aún más. La prensa pro imperialista apoyó abiertamente a Hillary Clinton y buscó descalificar alevosamente a Donald Trump. Incluso, al momento de escribir esta nota, continúa su trabajo para descalificarlo y quitarle el triunfo. Según las informaciones, demócratas y republicanos trabajaron unidos para torcer, mediante la compra de voluntades y las amenazas, la decisión de los electores. Es absolutamente lícito pensar que todo fue una maniobra orquestada para desviar la atención y hacernos creer que existen grandes contradicciones entre las dos políticas de los candidatos. Hemos visto procesos que superan la ficción. La conspiración reina en las políticas de los títeres de la burguesía financiera imperialista, aferrarnos a la base material del dominio imperialista, aún en decadencia, es una necesidad para no perdernos en las marañas que se tejen para mantener el poder de los privilegiados. Concluyendo, no debemos alentar expectativas de cambios y debemos aferrarnos a los dichos del Che, “al imperialismo no debemos creerle, ni un tantito así…”: NADA.

¿Cómo creer después de tantas mentiras, de tantos engaños, de tantas frustraciones? Cientos de años esperando y trabajando para los cambios. Sólo como un ejemplo veamos algunos casos: Siria, más precisamente Alepo: el “régimen mata a su pueblo que quiere cambios”, año 2011. Ese pueblo “que quiere cambios” es reemplazado por un ejército de mercenarios terroristas y todos los medios titulan y caracterizan lo que sucede en Siria como “guerra civil”, incluso medios que se suponen que no están de acuerdo. No es una guerra civil, es una guerra de agresión contra un país soberano, miembro de las Naciones Unidas. Un país que tiene tratados de defensa firmados con la URSS, por tanto, heredados por Rusia. De acuerdo con la ley internacional, Rusia interviene a pedido del presidente sirio en setiembre del 2015. Nadie en el mundo puede negar la legalidad y legitimidad del presidente Bashar al Assad, refrendada por el 80% de los sirios en las últimas elecciones. Rusia, Siria, Irán, Irak y el Hezbollá libanés combaten a los mercenarios terroristas que todo el mundo sabe que son organizados, entrenados y financiados por Estados Unidos, la OTAN, Turquía -miembro de la OTAN-, Qatar, Arabia Saudita, Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Jordania. Los únicos países que quieren resolver el conflicto mediante negociaciones son Rusia, Siria e Irán, pero como respuestas sólo reciben maniobras que  no llevan a nada y pedidos de “treguas y altos el fuego” que únicamente sirven para que los mercenarios terroristas se reagrupen, se rearmen e incumplan lo acordado. Todos pensamos que eran ingenuos. Nos equivocamos, todos vieron quienes incumplían. Así llegamos a septiembre del 2016 cuando Siria y sus aliados toman la determinación de tomar Alepo que siempre estuvo dividida en dos: el oeste en manos del gobierno sirio y el este en manos de la OTAN y sus mercenarios terroristas que nunca pensaron que el ejército sirio fuera capaz de derrotarlos en tan poco tiempo. Pero sí, los derrotaron y aparecieron los rostros de todos sus apoyos: el Stafan de Mistura, enviado de la ONU, la del fascista Ban Ki moon y ¡Oh sorpresa!: las fuerzas especiales sirias detienen, en un búnker en el este de Alepo, a oficiales de la OTAN. En este momento está reunido el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a puertas cerradas, para tratar este tema. A nuestro criterio les cabe la pena de fusilamiento, están en un país soberano, que no los invitó y apoyando a los agresores de ese país. Si los títeres yanquis, europeos y judíos sionistas claman por los derechos humanos de esos asesinos de la OTAN, Siria y sus aliados deberían reclamar por los derechos humanos de todas las sirias y sirios que fueron masacrados, los que perdieron sus casas y todos sus bienes.

Tienen que pagar por todo lo que hicieron. Aquí tenemos la explicación de la sucia campaña de los medios occidentales de desinformación, los de Qatar y Arabia Saudita por la supuesta “masacre” que estaban haciendo los rusos y sirios en el oriente de Alepo, temían que los oficiales de la OTAN fueran ejecutados sumariamente como lo merecían. La OTAN fue derrotada en Alepo. Los títeres yanquis fueron derrotados en Alepo. Los títeres franceses, ingleses, italianos y alemanes fueron derrotados en Alepo. Los zánganos qataríes, sauditas y los turcos fueron derrotados en Alepo. Los títeres de las Naciones Unidas fueron derrotados en Alepo. La asombrosa falta de dignidad es una línea común en todos los títeres y mandaderos despreciables de la burguesía financiera imperialista. El títere mulato mintió descaradamente en la última conferencia de prensa al acusar al ejército ruso y sirio de todas las masacres que su ejército cometió y comete, el rey de los zánganos sauditas dijo que ellos no estaban en contra de Bashar al Assad… ¡Todos cobardes para enfrentar la derrota! Probablemente la derrota en Alepo y el triunfo de los sirios y sus aliados ponga fin a la guerra y los sufrimientos del pueblo sirio. Ese triunfo, indudablemente, tendrá otras consecuencias y es probable que acelere la debacle de la burguesía financiera imperialista. Todavía es temprano para cuantificar esas consecuencias. Lo que sí puede decirse es que traerá cambios, porque es un hecho manifiesto que es la derrota más aplastante y cristalina de la política intervencionista de los títeres estadounidenses, europeos y judíos sionistas. No en vano el candidato a presidente francés toma distancia de la actual política del estado francés y el rey zángano saudita dice lo que dice.

El triunfo en Siria, sin ninguna duda, alentará a otros pueblos. La invencibilidad y la cacareada invulnerabilidad de Estados Unidos es un mito del pasado… La falta de dignidad no sólo se expresa en las declaraciones: los títeres occidentales ordenaron el asesinato del Embajador de Rusia en Ankara. El gobierno ruso exigió al gobierno turco que se organice una comisión ruso-turca para investigarlo.  Los acuerdos de Japón con Rusia, los acuerdos de la OPEP y Rusia y otros productores de petróleo, la caída del TPP, la agudización de las contradicciones en el acuerdo NAFTA, Canadá, México y Estados Unidos se agudizarán, las relaciones y negociaciones entre países tenderán a ser más equitativas. Aparte del vil asesinato del embajador ruso en Turquía, las sanciones a Rusia instrumentadas por el títere mulato, a días de abandonar su cargo, son una muestra más de lo bajo que vuelan los títeres yanquis. Lejos, muy lejos, han quedado los “excepcionales, los enviados de dios” para “salvar a la humanidad”. El presidente Putin les impuso la superioridad moral: no les echó a sus diplomáticos ni les cerró instituciones yanquis en suelo ruso, tal como los títeres yanquis esperaban. Por el contrario, invitó a los hijos de los diplomáticos y agentes de la CIA a festejar fin de año en el Kremlin, los basureó, los dejó como lo que son: idiotas.
 
Las movilizaciones populares tenderán a masificarse. Los proletariados estarán en mejores condiciones para organizarse y luchar por sus intereses históricos. Se aproxima lo que venimos sosteniendo: si muere el dueño del circo, ¿Qué será de los payasos…?

Para terminar debemos referirnos a la desaparición física del Comandante Fidel Castro, un hombre coherente, un revolucionario en vida y después de su muerte. Mucha tinta, virtual y no virtual, muchas palabras se han dicho, se han referido a su pasado lejano y más cercano. El 26 de mayo del 2003 íbamos en un colectivo a la Facultad de Derecho, a escuchar a Fidel, el colectivo tuvo que desviar, bajamos y tomamos un taxi. Cuando dijimos adónde íbamos, el taxista nos dijo “¿Van a ver al dictador?” Sí, le contestamos, pero hay dos tipos de dictadores: los que dictan contra el pueblo y los que dictan en favor del pueblo… El taxista quedó mudo. Fidel fue un dictador: encarnaba la dictadura del proletariado cubano, la máxima democracia para la mayoría de los que fueron explotados y oprimidos. Al decir de Lenin “ni aún la más amplia democracia burguesa puede ser comparada con la dictadura del proletariado”. La democracia burguesa es la máscara de la dictadura de la burguesía sobre el proletariado y el pueblo, sobre los explotados y oprimidos. La dictadura del proletariado es la dictadura para la burguesía y la más amplia democracia para los explotados y oprimidos. Fidel debe haber dado su último suspiro con la más amplia sonrisa por la satisfacción de los deberes cumplidos, consciente de que la Revolución Cubana va a sobrevivir a todos los avatares, contento de haber sobrevivido a todos los atentados de sus acérrimos enemigos y de haber cosechado el cariño de todos los explotados y oprimidos del mundo. Nunca como en esta ocasión son válidas las palabras:

¡HA MUERTO UN REVOLUCIONARIO, VIVA LA REVOLUCIÓN!   

¡COMPAÑEROS DE MONTE CHINGOLO HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

¡A VENCER O MORIR POR LA ARGENTINA!

Por Mario Roberto Salvatierra.

SALUD

Segundo informe

Aquellos que hablan de libertad pero desprecian la agitación, son hombres que quieren la cosecha sin roturar el suelo. Ellos quieren lluvia sin los truenos y relámpagos. Ellos quieren el océano sin el terrible rugir de sus muchas aguas. La LUCHA puede ser moral o puede ser física o bien puede ser moral y física; pero debe ser una LUCHA. El poder nunca dio nada sin arrancárselo. Nunca lo hizo y nunca lo hará.”

PRT - SaludFrederick Douglas

Luchador anti esclavista de los Estados Unidos
de Norteamérica en una carta a un compañero en 1849.

 

Décadas de constreñimiento capitalista produjeron destrucción sistemática de los derechos básicos de los ciudadanos, a la vez que inculcaron la sensación de irreversibilidad de tal proceso. La salud es un derecho básico e irrefutable de todo individuo que, como dijimos en el informe anterior, actualmente fue transformada en una mercancía. Por lo tanto está sometida a las leyes del mercado, valor de mercado, obtención de plusvalía, etc. El paciente se convierte en un producto más que tiene  que salir de la línea de producción a un ritmo determinado y los trabajadores de la salud (médicos, bioquímicos, enfermeros, administrativos, psicólogos, etc.) se convirtieron en los obreros de la gran fábrica que es el sistema  de salud de la República Argentina manejada por los ceos de las transnacionales a través de sus representantes locales y los funcionarios del sistema público cómplice.

En estos días de tristeza por la desaparición física de Fidel, no podemos evitar recordar sus visionarias palabras a los pocos años de la Revolución. En 1969 decía en el Municipio de Jaruco al inaugurar un policlínico: “…En el capitalismo, por ejemplo, la medicina es una mercancía y un negocio.  La enfermedad es una mercancía del capitalismo. En el capitalismo los negocios y las instituciones del capitalismo necesitan de la enfermedad como una mercancía más para hacer negocio, para hacer dinero, para vender medicinas.  Es decir, bajo las condiciones del capitalismo no se puede llevar a cabo un programa de salud de esta naturaleza…En nuestro país ya todos los médicos que se gradúan van a trabajar para el pueblo, ya no ejercen la medicina como un timbiriche, una cosa privada.  ¡Todos los que se gradúan! No se ha establecido eso como una medida general, porque hay médicos que estaban habituados a las consultas, que cooperaron con la Revolución, han ejercido como maestros, profesores, han ayudado, y lógicamente eso es un proceso de tránsito.  Y lo que interesa es que todos los miles de nuevos médicos que se gradúen ya vayan a trabajar en las instituciones del país.  Desaparece el carácter de mercancía que tiene la enfermedad en el capitalismo; de manera que nuestro programa de salud ya puede, sin esa traba, avanzar hasta el máximo que el hombre sea capaz de lograr en ese terreno.”.

En la anterior nota mencionamos que citaríamos algunos ejemplos concretos de cómo funciona el sistema de salud en nuestro país, con el fin de mostrar científicamente lo expuesto en los párrafos anteriores. Hoy contaremos la historia de la epidemia de VIH, el SIDA en la Argentina y cómo se hubiera podido prevenir si nuestro sistema sanitario tuviera las características revolucionarias citadas arriba por el Comandante Fidel. Aquí vamos.

El terrible cuestionamiento de la realidad que la enfermedad SIDA ha traído nos sirve de muestra para entender lo que venimos hablando y lo damos como ejemplo porque es una de las enfermedades que más nos moviliza. Pero la realidad que todo el sistema de salud está destruido en la Argentina. La forma de cómo se comportó el estado capitalista con la pandemia del SIDA en Argentina es sumamente ilustrativa. Una breve cronología de los hechos lo muestra:

En 1978  aparecen los primeros casos de SIDA en los EEUU. Tres años después se reportan por primera vez en una revista científica dichos casos. Se llama a la enfermedad síndrome de inmunodeficiencia adquirida por desconocerse su etiología. Se discrimina a haitianos, hemofílicos y homosexuales masculinos. Al año siguiente se conocen los primeros casos en Argentina: cinco importantes ejecutivos que se infectaron en sus viajes al exterior.

En 1983 se aísla y se caracteriza paralelamente en los EEUU y en Francia (Robert Gallo, Luc Montagner) el virus HIV que se correlaciona con la enfermedad SIDA. Marines norteamericanos contraen SIDA a través de sus contactos con prostitutas en Alemania. El mundo aprende que las mujeres también contraen la enfermedad. Famosos personajes comienzan a morir de SIDA en EEUU y en otros países centrales. Grandes sumas de dinero se dedican al estudio de esta enfermedad. Rápidamente entre 1983 y 1985 se estudia el virus, se secuencia su genoma y se lo caracteriza. Las multinacionales del área de salud se interesan y desarrollan sistemas para su detección en fluidos biológicos.

En nuestro país, la academia nacional de medicina trasfunde hemoderivados contaminados con el virus VIH (de una subsidiaria de la transnacional Merieux de Francia) a aproximadamente 85 hemofílicos y los infecta. A pesar de que se conocía el virus desde hacía dos años y teníamos la experiencia de EEUU con los hemofílicos, a nadie se le ocurrió testear los derivados.

Ya en 1986 oficialmente se reconocen aproximadamente 114 casos en argentina. En el siguiente año, el Dr. Oscar Fay y colaboradores de Rosario describen en el Congreso de la Sociedad Argentina de Inmunología el contagio de pacientes que están en sistemas de diálisis y el porcentaje alarmantemente creciente de casos de SIDA en la zona del litoral argentino, entre individuos que van a donar sangre y en poblaciones carcelarias. La Organización Mundial de la Salud dictamina que los sistemas de diagnóstico creíbles son aquellos que fabrican las multinacionales como Abbot y Serono y el Ministerio de Salud los habilita como los únicos aceptables a costos de 2 a 5 dólares la determinación, dejando de lado los posibles desarrollos argentinos a posibles costos de cincuenta centavos de dólar... Esto imposibilita su aplicación masiva en bancos de sangre y hospitales a pesar de lo alarmante de los datos y de la experiencia que se venía dando en países vecinos como Brasil. Se aprueba la ley que obliga a los bancos de sangre a realizar el test de HIV.


En 1989 el ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, el Dr. Pampurro, termina aceptando que hasta un 40 % de los bancos de sangre siguen sin realizar el test de HIV. Se hablaba de unos 100.000 infectados. Empiezan a generalizarse los primeros casos clínicos de SIDA en los hospitales: aproximadamente una cama por hospital. En el tercer congreso mundial de SIDA (que tuvo lugar en Ámsterdam en junio de 1992) de las muchas cosas oscuras que existían sobre esa enfermedad se extraen tres conclusiones consensuadas por los casi 11.000 participantes, a saber:

1- El SIDA no es un problema de drogadictos y homosexuales, sino de toda la sociedad.

2- La mejor forma de evitarlo es el preservativo y el uso de jeringas descartables en forma individual.

3- Mientras que en EEUU y algunos países de Europa la tasa de infección entró en la fase de meseta, en Asia y en América Latina (Argentina incluida) la epidemia estaba en su fase de crecimiento exponencial.


Sin embargo, en agosto de ese mismo año, el director del Programa Nacional de Lucha contra el SIDA, el Dr. A. Miroli, decía en Formosa y en otros lugares, abiertamente, que el SIDA era un problema de homosexuales y drogadictos. La iglesia en su convivencia con el estado seguía prohibiendo cualquier campaña que hablara de preservativos y otras yerbas.

Empiezan a hacerse públicos los contagios en clínicas de diálisis y maternidad  y ya en 1996 el entonces ministro de salud Maza (presidente de la principal prepaga del país) terminó aceptando públicamente que en Argentina no se hizo campaña contra el SIDA. Los hospitales ya se encontraban abarrotados de enfermos. Se reconocen nuevas variedades del virus de HIV con preferencia en células de la mucosa vaginal y peneana que infectan sin necesidad de contacto sanguíneo. Se empiezan a ver casos en los lugares donde se realiza, fundamentalmente, turismo sexual (por ejemplo norte de Brasil y sudeste Asiático). Tailandia, un país con alto grado de prostitución, comienza a detener el avance de la epidemia debido a las campañas de difusión y prevención. En Argentina la epidemia sigue avanzando sin frenos: hombres y mujeres, niños y adolescentes siguen contagiándose, muchas veces sin saberlo. No hay campaña, no hay recursos humanos, no hay recursos materiales, no hay infraestructuras adecuadas para los enfermos. No hay decisión política… En la XIª conferencia internacional sobre SIDA que tiene lugar en Vancouver, Canadá, florece el optimismo: aparecen nuevos tratamientos promisorios y nuevas esperanzas para los enfermos de SIDA. Sin embargo, el SIDA no da votos, el SIDA no produce recaudaciones impositivas, el SIDA no interesa al parlamentarismo burgués que actualmente administra nuestros impuestos (que no son otra cosa que una manera de extraer indirectamente nuestro dinero). Por lo tanto, de esta manera, tales esperanzas no existen para las clases dominadas pues el sistema de salud en la Argentina esta reestructurado para beneficiar los intereses de las multinacionales y sus esbirros autóctonos. Dos años después, en la Conferencia Internacional sobre SIDA que tiene lugar en Ginebra, se reconoce que los medicamentos utilizados (cócteles antirretrovirales) fueron efectivos y que cronificaron la enfermedad (es decir que quien desarrollaba SIDA no tenía por qué morir por esa enfermedad pues había un tratamiento que estaba funcionando). Desgraciadamente, en esa misma reunión también se reconoció que en el mundo había una geografía de vida y muerte que coincidía con los lugares que proveían de tratamientos y aquéllos en donde no los proveían o sólo los proveían parcialmente.  Para los responsables del sistema de salud en Argentina este congreso no fue interesante porque decir con todas las letras y a viva voz las conclusiones antes referidas implicaba el compromiso ineludible del tratamiento de todos los enfermos VIH (+) o bien que quedara al descubierto su falta, con la inevitable condena a muerte de tales personas.

Ya en el año 2001 en Sudáfrica el 25 % de los adultos (4.2 millones de personas) eran seropositivos. Las empresas farmacéuticas, bajo el argumento de la defensa de su propiedad intelectual, solicitan al Tribunal Supremo de Sudáfrica la derogación de una ley sancionada en 1997 que permite fabricar o comprar medicamentos genéricos (medicamentos que no son de marca). Las empresas multinacionales, entre otras falsedades, alegan que estos medicamentos, si no los producen ellos, son de baja calidad. A tal respecto la Organización Mundial de la Salud aseguró que “… es falso que los genéricos significan menor calidad...” y que tanto países como Brasil e India tienen “... la competencia técnica, las personas y los recursos para asegurar la calidad de los fármacos...”  (Clarín, 6/03/01, pág. 42). La acción de los activistas gana la batalla y se comienzan a producir y utilizar antirretrovirales genéricos a costos muy inferiores a los de las multinacionales.

La convivencia carnal de la iglesia con el estado capitalista ha hecho que este último ni siquiera realizara una campaña seria de lucha contra el SIDA para evitar nombrar explícitamente la necesidad de utilizar preservativos y/o jeringas descartables como los medios más efectivos para la prevención. De esta manera la enfermedad creció a niveles inimaginables en la Argentina en los últimos años.  La falta de campañas fue tan manifiesta que el mismo organismo del Banco Mundial y del FMI lo denunciaron, pues eran muy conscientes de que la expansión de la enfermedad provocaría a mediano plazo una disminución cada vez mayor de las fuerzas productivas y, por tanto, de la recaudación impositiva. Además, si no había campaña, tampoco sería necesario el préstamo de casi 100 millones de dólares que pasó a engrosar la ilegítima deuda externa y sus consecuentes intereses.

A mediados de este año, el director de SIDA del ministerio de Salud, Carlos Farlistocco, renuncia en medio de un reclamo por falta de insumos y reactivos.

Durante la XXI Conferencia Internacional sobre el SIDA, que se llevó a cabo en la ciudad sudafricana de Durban a mediados del último año, se conocieron datos reveladores sobre el HIV.  De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto para la Medición y la Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, Argentina es el país con mayor cantidad de nuevos contagios en América del Sur en los últimos diez años: de 2005 a 2015 aumentaron en un 7,8%, muy por delante de Paraguay, Bolivia, Uruguay o Chile.

Actualmente, según datos de la Dirección de SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual del Ministerio de Salud de la Nación, en la Argentina hay aproximadamente 120.000 personas viviendo con VIH, de las cuales un 30% aún no lo sabe y que sigue enfermándose y amplificando la epidemia. Lo más seguro, dada la ineficacia del sistema, es que este número sea mucho mayor.

Mientras la Revolución Cubana Socialista eliminó en el 2015 la transmisión madre hijo y ningún bebé cubano nace con HIV, Argentina ostenta el triste récord de que 5,2% de bebés de madres VIH positivo nazcan con la enfermedad.

Como verán, la lucha hoy es por la vida misma. Más palabras, compañer@s, huelgan. Parafraseando al Che, el tránsito hacia la liberación no se puede realizar con las armas melladas del capitalismo. Y, para concluir esta entrega, cito las palabras del Comandante Fidel en la graduación de todas las facultades de Ciencias Médicas del país, pronunciadas en la tribuna antiimperialista José Martí el 13 de agosto del 2000: "[…] Cuba se ha convertido en la esfera de la salud […] la más apreciada de cuantas existe en la faz de la tierra […] en un gigante moral de donde emana un concepto nuevo, profundamente revolucionario y humano, de lo que deben ser los servicios médicos en el mundo. Ya esa luz no la puede extinguir ni apagar nadie. En el futuro, tanto en Cuba como en el seno  de la mayoría de los pueblos del tercer mundo, principalmente los más pobres, tendrá que hablarse de dos etapas en la historia de este vital servicio: antes y después de la Revolución.”.

Hasta La Victoria Siempre.

 

Por Mutual Sentimiento Salud (Responsable: Juan Garberi)

Volver Arriba